Es decir, unos 25 años aproximadamente, y por eso es tan importante saber escoger un buen colchón. Descanso de calidad, mayor energía, mejor humor, reducción de los dolores articulares y de espalda, estos entre muchos otros, son los síntomas que mejoraras con un buen colchón. Un estudio de la Asociación Española de la Cama (ASOCAMA) señalaba que el 32% de la población española se levanta cansado o con dolores de espalda. Pero la cuestión más importante es: ¿como eliges el colchón adecuado para ti, entre todas las gamas que podemos encontrar? Viscoelástica, látex, colchones de muelles ensacados, espuma HR,… Si no tienes muy claro lo que necesitas, en Mobiplus Group encontraras toda la información para elegir sin miedo a equivocarte.
Si eres de «complexión fuerte», necesitarás un colchón firme que te ofrezca una sujeción uniforme. Por el contrario, las personas, más ligeras necesitan un colchón más flexible que reparta mejor el peso.
En cuanto a las medidas, el colchón que escojas debería ser, al menos 10 cm más largo de lo que tú midas. En caso de ser una cama de matrimonio, la medida de referencia es la persona más alta.
Para escoger el ancho, si vas a dormir solo sería un colchón de 90 y 120 cm y entre 150 y 160 cm si es para cama de matrimonio.
Y si te gusta dormir como un rey, existen los llamados colchones King size de 200 x 200 cm. Este colchón es estupendo si duermes en pareja, y alguno de los dos se mueve mucho, (los que mejor lo consiguen son los de viscoelástica y los de muelles ensacados), o si tienes hijos a los que les gusta dormir con vosotros.
Si duermes boca abajo sería aconsejable un colchón más bien blando, para evitar malas posturas en la zona del cuello.
Si duermes de lado te aconsejamos un colchón con dureza media, para que se adapte a tus hombros y caderas.
Si duermes boca arriba nuestro consejo és un colchón duro, para que evites malas posturas en la columna, sobre todo zona cervical y lumbar.
Si eres de los que no paran quietos, necesitarás un colchón firme que te permite moverte sin esfuerzo. Y además, necesitas que sea un colchón que se adapte mucho, ya que dormirás en diferentes posturas a lo largo de la noche.
Por contra si no te mueves mucho, deberás escoger un colchón basándote en la postura en la que suelas dormir.
Si eres del grupo de los calurosos nocturnos y te destapas con frecuencia seguramente te interesarán los colchones de muelles, que son los que ofrecen mayor transpirabilidad y por tanto son más frescos.
Pero no te preocupes si eres tan caluroso que con un colchón de muelles sigues teniendo calor, tenemos la solución, tenemos colchones cuyos materiales actúan con función termorreguladora. Por ejemple tenemos modelos que cuentan con microparticulas de gel que bajan la temperatura del colchón.
Si por el contrario, eres de los que no quiere quitar el nórdico hasta bien entrado el verano, tus colchones son los de látex y viscoelásticos que aguantan más el calor.
Existen varios tipos de colchones y materiales. Cada uno será más recomendable o menos dependiendo de tus necesidades y gustos. A continuación te explicaremos como se diferencian y cual podría ser el que más encajaría contigo.
· Fabricado con espuma de poliuretano expandido.
· Baja firmeza.
· Poca conservación de la forma tras la presión.
· Pesan muy poco, con lo cual son fáciles de manejar.
Es la opción más básica y económica, si tienes un presupuesto muy bajo, este es tu colchón. Ideal si su uso es esporádico, como podría ser para cama de invitados. Lo más importante sería la densidad del colchón, a mayor densidad, más consistencia y durabilidad, por contra, pesara más y costara más. Toda densidad por debajo de 35kg/m3, solo sería recomendable para uso muy esporádico o niños pequeños. Pero si eres asmático o tienes alergia al polvo, olvídate de ellos, son poco transpirables y acumulan ácaros con facilidad.
· Espuma de alta calidad que reacciona al calor corporal.
· Baja firmeza.
· Flexibilidad y excelente adaptabilidad.
· Apenas transmiten movimiento.
En general son colchones más bien blandos que destacan por su flexibilidad y adaptabilidad, siendo la mejor opción si tienes determinados dolores musculares u óseos. Son ideales para camas de matrimonio, ya que absorben bastante bien el movimiento. El núcleo de espuma está recubierto por una capa de viscoelástica que puede tener diferentes grosores. Cuanto más grosor, más adaptabilidad y confort, pero el precio incrementa. Debes fijarte si el colchón que quieres comprar tiene viscoelástica en una o las dos caras. Solo en ese caso el colchón es reversible y es aconsejable darle la vuelta periódicamente. Acumulan el calor del cuerpo ya que no transpiran mucho, a no ser que elijas uno de viscoelástica perforada. Pero sin duda la mejor opción si eres caluroso, es un colchón de muelles.
· Una red de muelles recubierta de varias capas de tejido que los aíslan, (látex, algodón o viscoelástica), y aportan confort y diferentes grados de firmeza.
· Alta firmeza.
· Transpiración máxima.
· Personas calurosas, con peso elevado y camas de matrimonio.
Aunque colchón de muelles, suena antiguo, la realidad es que tecnológicamente han avanzado enormemente y a día de hoy este colchón puede ser tan o más cómodo que uno de viscoelástica o látex. El precio siempre dependerá de la cantidad de muelles y de la calidad del recubrimiento. Si eres caluroso, no lo dudes, este es tu colchón. Son colchones de firmeza alta, por lo que están recomendados para personas que suelen dormir boca arriba o con un peso elevado. Por contra estos colchones no suelen tener tanta adaptabilidad al cuerpo como otros y que algunas personas los encuentran algo duros. Si no buscas un colchón duro, nuestra recomendación sería que escojas un colchón de muelles con una capa de acolchado de viscoelástica de, al menos, 3 cm de grosor.
Colchón de muelles clásico. Son firmes y el que mejor se adapta al cuerpo. Suelen ser los más asequibles de precio.
Los muelles va protegidos por unas fundas que los individualiza y separa entre si, evitan los típicos ruidos que hacen estos colchones al moverte y aportan un elevado confort, con su adaptación a la presión que ejerce cada zona del cuerpo. Ideales para camas de matrimonio, porque aíslan muy bien los movimientos y si tu pareja se mueve, tú no lo notarás. Su vida útil es bastante larga, pudiendo llegar a los 15 años si lo cuidas bien.
Ideales para camas individuales, son firmes y tienen refuerzos en puntos clave, como la zona lumbar. Tiene una muy alta transpirabilidad, son aptos para personas de peso elevado, tienen una buena independencia de lechos y su vida útil es larga.
Por contra no se amoldan en exceso, algunos usuarios los encuentran duros y si los muelles no son ensacados, al cabo del tiempo hacen ruido.
· Ideal para personas alérgicas y asmáticas y para camas articuladas.
· Firmeza media.
· Transpiración mínima.
· Gran elasticidad y capacidad de recuperación.
· Gran peso, difícil de manipular y girar. Igual que la viscoelástica, acumula el calor.
Pueden estar fabricados con látex natural, sintético o una mezcla de ambos. Según el origen del látex el precio será menor o mayor. Este material recupera rápidamente su estado original, suelen ser colchones suaves que se adaptan bien a la forma del cuerpo, dando una sensación mullida y cálida distribuyendo la presión de una forma óptima.
Si es un colchón mixto de látex y otros materiales, deberías asegurarte que la capa de látex tenga al menos 4 cm de grosor.
Son la mejor opción para camas articuladas, gracias a su elasticidad, además es el colchón ideal para personas alérgicas y asmáticas, ya que los ácaros no pueden anidar. Por descontado si eres alérgico al látex, este no es tu colchón.
Es igual de importante, el material como la firmeza del colchón para que favorezca tu salud y tu descanso, respetando la curvatura natural de tu columna. De esta manera descansarás más y mejor y evitarás dolores de espalda innecesarios.
El colchón debe repartir de forma adecuada el peso de tu cuerpo. Si el colchón es demasiado duro, no se adaptara a tu cuerpo y resultará incomodo realizando mucha presión en los puntos de apoyo más habituales, (hombros y caderas).
Si es excesivamente blando, la columna no reposa correctamente provocando los dolores de espalda cuando nos levantemos.
Si duermes de lado y pesas poco, colchón blando.
Si duermes boca arriba, te mueves mucho durante la noche o tienes un peso elevado (80-110 kg dureza media, si pesas más, dureza alta).
Posiblemente es lo que nos hará decidirnos por uno u otro colchón, pero debes recordar la importancia de comprar un buen colchón que se adapte a ti (no al revés). A la larga lo agradecerás.
Escoger la base ideal para nuestro colchón nos hará exprimir al 100% las características del colchón.
Es adecuado para cualquier tipo de colchón y suelen ser bastante asequibles. Dan una buena ventilación a nuestro colchón, algo necesario si el material escogido no transpira mucho, viscoelástica o látex.
Sin duda la mejor opción para colchones de muelles, no así para colchones de látex.
Pensadas para personas con poca movilidad, personas mayores y aquellos que deban pasar largos periodos en cama, ya que podemos adoptar diferentes posturas en la cama. Para estas bases es aconsejable colchones flexibles. La mejor opción, látex.
La vida útil de un colchón generalmente suele estar alrededor de los 10 años, si tu colchón supera esta edad deberías empezar a hacer un planteamiento, sobre todo si notas que te levantas más cansado o que se han incrementado los dolores de espalda por la mañana. Incluso aunque el colchón no haya cumplido los 10 años.
Los materiales del colchón envejecen con los años, perdiendo todas sus propiedades, depende del mantenimiento y uso al cual está sometido. Y no lo dudemos, no somos los mismos que hace 6-7- u 8 años. Nuestras necesidades cambian con la edad, lo que quiere decir que si un colchón, era adecuado en su momento, tal vez ahora no lo sea.
Te damos unos pequeños consejos para mantener en óptimas condiciones tu colchón, y por extensión para la calidad de tu descanso:
* Es muy importante, cuando te levantes, retira las sábanas y deja que el colchón respire y se ventile, para que de esta manera evapore el sudor.
* Utiliza siempre que puedas una funda de colchón, se recomienda al menos lavarla 4 veces al año para garantizar la máxima higiene.
* Cambia frecuentemente la sabana bajera, (una vez por semana).
* Evita la humedad en el dormitorio.
* Gira el colchón cada 2-3 meses para evitar deformaciones por el peso, y de esta manera tendrá un desgaste homogéneo por ambas caras, esto no será necesario si el colchón es de viscoelástica o el fabricante indique lo contrario.
Evidentemente. Nuestras necesidades cambian con los años y tu colchón debe cubrirlas en cada momento de tu vida.
La norma dice, que las persona jóvenes necesitan colchones más firmes, por contra cuando mayores nos hacemos, los expertos aconsejan reducir la dureza para ayudar a tus articulaciones y huesos.
Por eso, la mejor opción para las personas mayores son los colchones de viscoelástica.
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